Existe una colección de arte que ofrece una conexión inusual pero muy cercana entre el mundo del auto y el arte: la Colección BMW Art Car, que actualmente se exhibe en el Los Angeles County Museum of Art y que en los próximos meses recorrerá otras ciudades.
El proyecto fue concebido en 1975 por el piloto francés Hervé Poulain, que tuvo la idea de invitar un artista y darle un automóvil como lienzo para plasmar su creatividad, comisionando al norteamericano Alexander Calder para este trabajo.Calder fue seguido por artistas pop como Roy Lichtenstein, Robert Rauschenberg y Ansy Warhol, a quien únicamente le tomó 23 minutos terminar el diseño de su auto.Durante los 80, la colección Art Car se convirtió en algo más global al contar con la participación de artistas de diferentes nacionalidades, quienes además de plasmar su estilo, dejaban ver un poco de su cultura y tradiciones.
Año más tarde, el proyecto llegó hasta los coleccionistas de Scalextric. En el mundo del coleccionistas, la novedad y la adquisición de TODOS lo modelos prima siempre sobre la estética o el valor artístico de la obra. No es raro oír a cualquier fanático de las reproducciones de automóviles, destacando lo feos que son algunos de los cohes que compró ansiosamente, antes de que se acabaran las pocas existencias.
En definitiva, esto le da al arte un valor distinto donde no importa el gusto, ni el significado ni el valor artístico de la obra, sino el ser uno de los pocos en poseerla. La exclusividad eleva el valor del arte, incluso por encima de su calidad como obra.
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